sábado, 5 de marzo de 2011

Hace rato leía el blog de una chica un par de años menor que yo. Entre línea y línea, me topé con un razonamiento generado por un mismo denominador en cada uno de los textos publicados: yo pasé por eso. Sin embargo, cada palabra que leía me daba una sensación de superación, por unos segundos, de eso que me había atacado a mi también y ya se había convertido en una "extensión" innata de mi persona. ¿Será posible que, de manera involuntaria e inconsciente yo haya resuelto aquellos asuntos pendientes que, en su momento, no eran más que simples callejones sin salida alguna? o, ¿tal vez sólo una más de las tradicionales cosas que suelen sucederme?... Cultivar incertidumbre es uno de los gajes del oficio.