lunes, 30 de mayo de 2011


5 meses mi bien y, la causa de mi ausencia en este blog
Te amo. *

martes, 24 de mayo de 2011



Películas. Tristes, rápidas, lentas, felices, graciosas. Películas románticas. Películas de terror. Y quieras o no su vida era una película. De amor. De terror. Feliz, triste, cómica. Sí, su vida era una larguísima película. Y ahora mismo se encontraba en esas partes de las películas en las que empieza todo, pero sin embargo, no es el principio. Era como en Titanic, cuando Rouse se encuentra con Jack por primera vez, y sabes que algo va a pasar entre ellos. Como cuando Christian se enamora a primera vista de Satine en Moulin Rouge. Era uno de esos momentos donde sabes que a partir de ahí, empieza realmente la película. Donde todo cambia, donde te das cuenta de si te gusta o no la película. Donde todo se vuelve un poco más... interesante.
Escuché por ahí, una vez, un "tomalo como de quién viene"...

¿Can you read my mind?

Y es que, muchas veces, las actividades diarias no son suficientes para asfixiar uno que otro suspiro de pasado que brota sorpresivamente. Si, creo que eso fue exactamente lo que me sucedió el día de ayer. 7:19 de la mañana y yo viajando en un 123 vacío y lleno de todo. Con auriculares en los oídos, buscando crear una realidad paralela en tiempo real a la que de verdad se vive. Apoyando la cabeza en la ventanilla, vinieron tantas cosas que fue como una bola de nieve que me llevó puesta sin sentimiento o piedad alguna. A decir verdad, nunca creí ni siquiera una minúscula parte en lo que muchos nombran como "casualidad". Sin embargo, en esos momentos, dudé por un momentos en esa existencia. Cualquier moviendo, cartel, señal, canción en mis oídos, persona que subía, exterior del colectivo... Todo era como si me señalase a una sola cosa, a una sola persona, a una sola y mejor experiencia amorosa de mi vida. Yo, sinceramente, no tengo ni siquiera un mínimo "por qué" que pueda llegar a traducir en palabras las razones pero, tuve la necesidad de llorar, de soltar lágrimas por algo que ya "fue"; y, lo hice sin pensarlo dos veces en resistirme. El filme personal que duró micro segundos en mi cabeza no tardó en aparecer, acentuando mis tan dañinas sospechas: no todo se termina. 

viernes, 20 de mayo de 2011

Siempre tuve esa postura, perspectiva, punto de vista o como sea que quiera llamárselo, un tanto negativo. No tanto, pero creo que es en, gran parte, así. Siempre me lo cuestioné, me lo cuestionaron y hasta trataron de persuadirme de modificarlo por uno, quizás, un poco más flexible, con tendencia a algo más positivo. Sin embargo, nada me lo cambiaba. Todo seguía (y sigue) en su lugar y creo, como tiene que ser. Aprendí a confiar más en los desconocidos que en aquellas personas que constantemente me repetían que podía contarlas para cualquier cosa. Quizás, esos desconocidos eran historias que contaba y al día siguiente y, por eso, desaparecían como si nada hubiese hablado ni sucedido. Bien, creo que así es. Yo vivo sin confiar, vivo desconfiando y tratando de falsar todo tipo de cosas que veo, escuche y, tal vez, sienta en carne propia. Y así soy feliz, porque siento que, a fin de cuentas, no me equivoco con lo que "va a suceder" al rato. Bueno, pienso, escribo y releo lo que escribo, como algunas otras cosas que subí una vez; y, nuevamente, vuelvo a estar segura de mi misma con estos pensamientos tan básicos y primitivos de, con suerte, una persona que está perdiendo algo de conciencia y control en sus acciones y, por ende, en su cabeza. "Me organizo en mi desorden", casi todo el tiempo. Pero al organizarme, me desorganizo más y es algo que nunca termina.. Una cadena, un anillo, una calesita sin fin visible, por lo menos. Si, definitivamente me trae recuerdos y, no sé de los mejores que puedan haber pero recuerdos, en fin. Vuelvo a esos meses en los que la vida me costaba y muy cara; en que el aire que me chocaba por donde sea que caminase, me gritara esas palabras que para algunos eran tonterías, pero para mi no. Si, soy una tonta.. Una tonta que todo el tiempo cree que la gente está en contra suya, pero me hago cargo de eso y, a mi parecer, eso es lo que más vale.


.... Esos son, momentos que vuelven por inercia o, capaz que no. Que en una noche aparecen y hacen que todo el buen estado que portabas segundos antes, se modifique crudamente. Es melodrama.. Si, lo sé.

lunes, 16 de mayo de 2011

Recordalo.

Después de haber escrito, de dejar mucho de lo que me atormenta (aunque no lo crean, es así), entiendo que con ésto no hago ni logro absolutamente NADA. Escribir es un arte que sólo pocos conocen y saben hacer; una descarga personal que mejora internamente eso que te come la cabeza; un cable a tierra que te devuelve la cordura que, poco a poco, se va con las situaciones que nos tocan vivir; un forma de catarsis, de sentirse mejor, de curar, de vivir. Quizás para otro, sea una gran pérdida de tiempo, una estupidez sin sentido alguno, sin forma; un pasatiempo absurdo, una tontera casual y cotidiana. Sin embargo, ¿para qué explicar lo que, ni siquiera con eso, no son capaces de captar, de sentir, de interpretar mientras leen?. No entienden nada, no saben nada, hablan porque el aire es gratis y nada más.
No me considero una escritora, ni siquiera alguien que sepa escribir a la perfección o algo por el estilo. Simplemente, soy una de las tantas (o tal vez, pocas) personas que encuentran en un papel y un lápiz la manera de ser un poquito más feliz de lo que se es. De confiar en alguien que no habla ni que puede decirte que está "mal" lo que ponés, o bien, de guardarselo y morir ahí. Siempre escuché el dicho de "cuando la mente ya no retiene bien, existe el papel". A decir verdad, a mi me parece que, afortunadamente, siempre existe el papel, retenga o no a la perfección la mente. Muchas veces, te apegás tanto pero TANTO a algo que terminás convirtiendo ese algo en alguien. Aparece, entonces, una persona ficticia pero tan real que nos compra. Esa persona que nos escucha pero no habla, que nos enseña pero con simples letras, que nos hace crecer cuando hace que releamos lo que le contamos alguna vez, que nos mantiene vivos solamente con su humilde existencia, dando lugar a que no terminemos explotando ni hagamos locuras, que muchas veces tienen una insistencia importante por dentro. Cualquiera que leyera, pensaría que es algo descabellado y demente, pero a veces, es necesario dejar de observar para comenzar a VER un poquito mejor las cosas. El punto es que, hoy, esa persona está aquí, haciéndome compañía como otros días negros, con la misma lealtad de siempre. Encuentro tanta confianza como para escribir lo que sea. Si, si señores: ¡LO QUE SEA! Cosas que no hablaría con otras personas, cosas que es más fácil plasmarlas que andar mendigando consejos de otros, cosas que, en otro lado, sonaría tan loco que directamente me harían tratar; cosas que no se pueden decir, cosas que, otras veces, no tienen sentido. En fin, quiero llegar al momento en que me toca agradecer. Agradecer a esa persona imperesonal e imaginaria que toma forma cuando escribo hasta en una servilleta de papel; por estar ahí SIEMPRE que me fue necesaria.

lunes, 9 de mayo de 2011

Y es que, cuanto menos lo espero, más rápido llega. Son sólo unos cuantos par de segundos los que me toma pensar, repensar y autoconvencerme de que es una sensación, ni más ni menos. Pero, al persuadirme entre excusas baratas y trilladas, un click automático salta para frenarme el boicot que poco a poco había empezado a tomar forma en mi cabeza. Es una revolución... Mini, pero revolución, en fin.
De lado a lado, ando. Me olvido, quizás, de la existencia de ésta persona abstracta que es mi blog. Justamente, hoy fue una de esas noches que no tienen fin, por más horas hayan sido contadas por agujas de un despertador. Vuelta para un lado, vuelta para el otro, panza abajo, panza arriba, me tapo, me destapo, me levanto y camino por todo el departamento, me acuesto, me acomodo y los ojos que siguen abiertos, mirando sabe Dios qué cosa. Mi cabeza si que no tiene descanso, hasta siento pena por ella. Dicho sea de paso, ya no sé qué es lo que pasa o, tal vez, sí... Más no que si. De la forma que sea, no puedo encontrarme. ¿Será que me estoy absorviendo entre tanto modismos, gestos y costumbres de otra persona? Es muy posible, pero no quiero que se me pase esa ocurrente idea. Era difícil y más que complicado ser yo, pero ésto que tengo que ser (y ni siquiera YO soy) es el doble, tripe y hasta cuádruple de antes. 

miércoles, 4 de mayo de 2011

- WronglanD -
Hay segundos, minutos y horas que pasan sin que me de cuenta. El tiempo acá es eso.. Algo que vuela, que se me va de todo plan que haya hecho, que no me espera ni perdona ni siquiera una milésima de segundo. Creo que por eso también ví tan alejado de mi realidad diaria el hecho de no escribir algo como la gente y Dios manda o, quizás, el saltearme o invertir el horario para algunas cosas.
Tengo todo el tiempo esa sensación de estar en un sueño, ni bueno ni malo, sólo un sueño que no se termina nunca. Cualquier movimiento, pensamiento o palabra que salga de mi, conforma y afirma más la idea de estar en un imaginario, gestado en algún lado oscuro de mi creatividad. Diría que me asusto al escribir, leer y releer lo que yo misma escribo, pero lo cierto es que no. A veces, se desconfigura un poco; otras no tanto, pero la idea de no poder salir es constante. Si, tal vez son esos días que no dejan de dar saltitos por dentro.. Días que extraño, por cierto. No soy yo, y ésta vez es de verdad.