lunes, 11 de julio de 2011

Hoy demando más hechos y menos palabras.
Ojalá me salga ser más testarudo con mi orgullo, cuando más te alejes. *

Primera piedra.

"Y, escuchando todas aquellas canciones de Ivan Noble, quién la describía en cada palabra de sus canciones; percibía la manera en la que no había ni encontraba, ni siquiera por donde creía que hallaría, ese abrazo invisible y constante que lograría pintar ese rosa pálido de su cara. Lloraba y sentía lo peor por carecer de un conocimiento necesario para escapar, esquivar o, simplemente, eliminar ESO que estaba en su pecho y ejercía presión, hasta para emitir una sonrisa. Pero, ¿cómo era posible esto? ¿Es que, de verdad, algo no estaba bien? Era lo único que se evidenciaba en sus ratitos a solas consigo misma. El cansancio y las finalmente resignadas acciones que buscaban otras reacciones en quién las recibiera eran tales que lo único que se podía llegar a hacer era ignorar... Pensar en otra cosa, en algo mejor, en algo que desate ese nudo torácico insoportable para cualquier persona. Entonces, no entendía. Era capaz de sentir perfectamente esa confusión de conceptos, ganas y sentimientos; pero total y absolutamente incapaz de hacer una movida que deje en jaque a este momento de mierda y, para sumar, sin razones coherentes y concisas. Existían dos realidades bastantes objetivas: O no estaba siendo ni estando feliz y era posible que muchas cosas se finiquiten, o bien, había algo más... Alguien más; de quién no se estaba haciendo cargo. Sabiendo esto, era más fácil predecir que algo bueno no iba a llegar en mucho tiempo, por más entregas, sacrificios, sentimientos reales y puestas de "all in" a ciertas personas que existieran. Y tal vez duele decirlo, pensarlo, escucharlo o sentirlo, más allá de vivirlo; pero ésto estaba sucediendo y no había vuelta que darle. Sin saberlo y pensando que mucho podría llegar a ser distinto, ella recién estaba empezando a vivir lo que sería una lenta desesperación por mejorar algo que, de todas formas, era más posible de suponer como una de las cosas más complicadas."

viernes, 8 de julio de 2011

Pero, ¿Qué no estamos todos por la misma razón aquí?
Me lastima más su falta de interés y enojos repentinos sin razón, que ser chiva.
La verdad que no sé por dónde comenzar. Pasó tanto, cambió todo, pisé banquina y bueno, acá estamos. Aunque, a decir verdad, hace mucho no siento esas sensaciones inllevables de vacío. A lo blanco, blanco; y a lo negro, negro. Me dediqué a perder los rodeos, los celos y, sobre todo, resignarme a que otra persona pueda llegar a hacerme dependiente de sí. No es lo mio y, quizás, nunca en la vida lo hubiese aceptado; pero creo que este es el mejor lugar para hablar de una realidad concreta, que no se ve pero se siente constantemente.
Y es que, estoy irreconocible, lo sé. Ni yo misma caigo en la cuenta de que de un par de meses a otros, modifiqué radicalmente ciertas actitudes que hacían a mi particularidad, subordinandome a una esponja invisible que, poco a poco, me amoldó a sus características, gustos y deseos. Yo no quiero hacer un texto de quejas ni reclamos, para nada. Sino que necesito remarcar que esto ya no me está haciendo bien. Tal vez porque recién empiezo a sentir esas transgresiones y veo cómo y de qué forma mucho de lo que me pintaron, no existe; o, puede que me resulta complicado seguir así y, a la vez, mantener todo en orden o lo más acercado a eso. Sin dudas, esto no es algo que necesito y, por ende, quiero decirlo acá, en mi espacio, en mi lugar, en mi mundo de mentiras verdaderas. De tanto callar, mi cuerpo empieza a dar sus propios gritos, y creo que no es algo que desee que vuelva. Yo tenía el poder con la palabra, con una mirada, con un mínimo gesto y, es como si hubiera desaparecido por arte de magia de una varita y simple palabrerío.