sábado, 26 de marzo de 2011

Entonces, ella entiende que él no es capaz de ignorar momentáneamente su propio orgullo por el bien y la salud de lo de ambos; que no sabe reaccionar como uno puede llegar a predecir, en algunas situaciones; que se resigna a un "me da igual" por miedo o, quizás, porque sea esa su personalidad y ya. Él, que nunca entendería (tendría) la capacidad de notar, de ver y no tan sólo observar un poco las cosas; no era, entonces, capaz de ocupar ni la mitad  del cargo de armador (que le correspondía) en aquella relación. Y ahora, todo es un caos que, imperceptible o no, está presente todo el tiempo.
A veces, me da la sensación que es sólo eso.. Sólo algo "carnal": un beso, un abrazo. Sin intenciones de herir, lastimar, ser peyorativa o despreciar (cosa que no me gustaría, no me corresponde ni quiero hacer), las cosas se deterioran por inmadurez. Si, esa inmadurez que alguna vez ella pensó que había superado, que había dejado atrás. Sin embargo, tal vez había sido así: lo había logrado. Pero, cuando uno se topa con situaciones de éste tipo, mucho se viene abajo... Hasta los mejores aprendizajes. El concepto de "pareja" que uno generalmente tiene es aquel que habla de crecer y madurar juntos, compartir, sentirse pleno con el otro, confiando desde lo más lindo hasta lo peor que pueda pasar; querer, valorar y respetar; ser de una sola persona y nada más. Bien, yo creo que para ella, eso terminó por romper con sus esquemas. Cada vez que lo pensaba, que lo replanteaba, que lo transformaba a su favor, todo empeoraba y mucho seguía por derrumbarse, como una pila de naipes. Lo que más le era tedioso, más allá de todo, era el simple hecho de imaginar, de usar una creatividad mala involuntaria y independiente a lo que ella de verdad deseaba. Suele suceder que, por ahí, la cabeza no recibe lo correcto, lo que "debe hacer" y termina accionando lo que "quiere hacer". Es, algo así como un acto fallido. Y, últimamente, se había estado manejando de éste modo y, para ser muy honesta consigo misma y con el que pueda llegar a leer ésto, era un intento desesperado por quitar la ansiedad y saciarse las ganas de estar bien con él.