viernes, 2 de julio de 2010

Soy como el hombre invisible. Soy una presencia que se siente pero no se ve. Cuando ven que no necesitás nada, que podás con todo, dejan de verte. Soy una sombra, una brisa que pasa. Estás presente TODO el tiempo, toda mi vida brilla... Será por eso que nadie me pude mirar?... Todos ven lo que doy pero no lo que necesito. Entonces nadie puede darte nada. Todos ven tus señales, tus destellos, tu brillo, pero POCOS pueden ver cuando te apagás. Nadie puede entender el dolor de no saber porqué una madre deja a su hijo en mitad de la noche en una ruta abandonada. Hasta el hombre invisible necesita esa mirada especial que lo hace especial.