jueves, 20 de enero de 2011

Volver, de a poquito, a caer y enfrentar la realidad, una vez más. Pensé que yo sabía, entendía e interpretaba correctamente todo, pero siempre están los errores.
Con vergüenza y pudor, me puse a hablar de ese tema que, me parece, no es solamente a mi a quién le cuesta. Tantos rodeos y vueltas no llevan a nada, asi que me hizo entrar en tema con pocas palabras. Por unos segundos casi inexistentes (para mi), empecé a chocar y a darme contra un vidrio blindado, que siempre estuvo ahí y nunca pude mirar de buena manera. Madurar. Pensé que eso ya había pasado, pero parece que no tanto. El punto es que, empecé a ver las cosas un poquito más "large" que hace unas horas atrás. No sé, es una sensación rara ésta de aprender a decodificar correctamente esas palabras de pocas letras que por ahí, salen de la boca de uno con más de una intención. Te da miedo y escalofrío cuando las nombras y, sobre todo, cuando pensás que las podes hacer pasar. Pero, por otro lado muy opuesto, uno se topa con que es normal. Entonces, me dije a mi misma "pucha, ésta es una de esas cosas que están dentro del eslabón que une cada etapa de crecimiento". No sabía que todo se manejaba así y, no voy a hacerme la que está en terreno conocido pero, es algo que sigue dando vueltas por doquier en mi cabeza.