martes, 30 de noviembre de 2010

A pesar de las discusiones, peleas, hipocrecías, divisiones y tristezas; supieron crear alegrías, momentos inolvidables, diversión y, sobre todo, amistades. Gracias por esos momentitos de escape que siempre lograban y que, de alguna manera, pasaron a conformar los mejores años de mi vida. Prácticamente, crecí, en todo sentido, con cada uno de ustedes  y estoy absolutamente feliz de haberlos conocido. Los quiero muchísimo y que esto no sea un "adiós", sino un "hasta luego".