lunes, 6 de septiembre de 2010

Algo. Algo para bien, algo para mal. Siempre hay un ALGO qe no te deja en paz. Qe te da vueltas y vueltas en la cabeza, como una calesita qe no para nunca. Te marea pero te sentís conforme. Entonces, terminás convirtiendo esas palabras en un algo-alguien, es decir, pasa a ser un algo qe es alguien, y simultáneamente, nadie. Qerés qe ese algo desaparezca, pero lo alimentás para qe siga estando, aunqe sea de la mínima forma. No entendés, te enojás, te molestás porqe nadie más qe vos lo entiende. Qizás, en momentos como éstos es donde llegues a odiarlo, pero quién dice, puede qe después te haga felíz. "Lo hice por joder", me dijo. No, no lo hiciste por "joder", lo hiciste por algo qe sentías, qerías o deseabas, y esa es la verdad. Ese algo qe puede expresarse y aparecer de MIL maneras, es lo qe nos mueve, lo qe nos hace hacer o dejar de hacer tal cosa. Ese algo nos llena y nos vacía de la misma forma qe nos llenó. Solemos hacer cosas impulsiva y concientemente. Muy paradójico, no?. Algo nos impulsa, nos empuja a hacer algo, pero eso también termina por frenarnos, por deternernos.